Lecciones
Espartanas Contra Trump.
Hace más de
27 siglos, en el 700 antes de Cristo, nace la ciudad de Esparta, una provincia
en lo que ahora es Grecia, cuna de los más feroces guerreros que jamás han
pisado la faz de la tierra.
Al nacer un
bebé espartano era rigurosamente examinado por una comisión de ancianos para
determinar si era hermoso y sano, en caso contrario, se le consideraba una
carga para la sociedad y se le despeñaba desde el monte Taigeto. A los 7 años
se le arrancaba de su madre, pasando a vivir en grupo bajo el control de un
magistrado especializado en condiciones militares. Se educaba al niño a comer
lo que hubiere, se le dejaba a oscuras en el bosque para que perdiera el miedo,
se le hacía marchar sin reposo alguno, a soportar el dolor mediante
flagelaciones hasta sangrar sin emitir queja alguna, en otros casos metían a un
zorro dentro de su vestimenta y tenían que soportar un tiempo que el zorro lo
devorara vivo. A los 20 años se convertía en un guerrero implacable, una
verdadera máquina de matar. Los conceptos de unidad, disciplina, honor,
sacrificio y compañerismo eran imbuidos noche y día hasta los 60 años en que
terminaba el entrenamiento militar.
Las mujeres
espartanas eran igualmente valientes que los hombres. Se dice que una espartana
que había mandado a sus cinco hijos a la guerra se ubicó en las afueras de la
ciudad para recibir más pronto las noticias del desenlace de la batalla. Cuando
comenzaron a llegar los primeros guerreros, la mujer detiene a uno de ellos y
lo interroga. El hombre, visiblemente incómodo, comienza a relatar cómo los
cinco cayeron en el combate, - lo interrumpe la espartana - "¡No te
pregunté por la suerte de mis hijos! ¡Te
pregunté por el resultado de la batalla!".
Esparta nunca
estuvo amurallada. Sus habitantes solían decir: "Los hombres de verdad son
mejor muralla que un montón de ladrillos".
Esparta daría
una lección al mundo al enfrentar a Filipo, Rey de Macedonia (el padre de
Alejandro Magno, el mayor conquistador de la historia).
Filipo había
conquistado todas las regiones de Grecia menos Esparta. Al llegar cerca de la
ciudad, manda a un mensajero con un papiro para el Rey de Esparta que decía:
“Ríndanse
inmediatamente. Si ataco Esparta, destruiré casa por casa, sus granjas, mataré
a todos sus hombres y esclavizaré a sus mujeres”.
El Rey de
Esparta contestó el papiro escuetamente con una sola palabra: “Si”.
Filipo no
atacó a Esparta.
De cuando en
cuando hay un “bully”, un matón de barrio que se presenta a atemorizar a los
menores. La historia demuestra que cuando se le han querido apaciguar,
radicalizan sus demandas y no se evita la guerra. Caso concreto los aliados europeos no
enfrentaron las amenazas de Hitler, sino
hasta después que era evidente que iba contra todos.
El Rey de
Esparta quiso realmente decir a Filipo, “Si me atacas y si me ganas, entonces
sí destruirás mi ciudad y mi gente”.
Pero Filipo
sabía bien que no obstante en una guerra iba a ganar Macedonia, la única manera
de conquistar a Esparta era destruir a todos sus habitantes y que eso le
tomaría enormes cantidades de ejércitos y tiempo. Al ver que los espartanos no
se inmutaron por las amenazas, los dejó en paz.
Hay muchas
cosas espartanas que no aplican a los mexicanos del día de hoy, pero varias que
vale la pena considerar como la unidad y la valentía.
Trump ha
insultado a los mexicanos. Nos ha amenazado de pagar por un muro (que es muy
improbable que se construya, porque tomaría años indemnizar a los dueños de las
tierras, entre otras cosas). Nos ha amenazado con cancelar o renegociar el TLC
(NAFTA). Con castigar a las empresas que quieran vender a Estados Unidos, es
decir una guerra comercial. Y mantiene una atmósfera irrespirable de amenazas,
según como amanezca de humor.
El querer “apaciguar”
a un egocentrista e ignorante no es buena estrategia. Sólo le daría alas para
hacer mayores peticiones, tal como sucedió con Hitler.
La mejor
manera es enfrentar la amenaza, y lo puede hacer el gobierno contestando
escuetamente con un tweet (como le gusta a Trump):
“Mexico will
not pay a cent for the Wall. Cancel NAFTA if you like”.
“México no pagará
un centavo por el muro. Cancele el TLC si gusta”.
Las empresas
internacionales, las estadounidenses y los gobernantes de todo el mundo verían
que se le planta cara a Trump, y harían lo mismo (ya se pusieron de pie China, Japón
y Alemania contra Trump). Que venga una guerra comercial si quiere, sólo que
recuerde que mandará de regreso al mundo entero a 1929 con la crisis que se originó
con el proteccionismo de Estados Unidos.
Hay que
entender que las multinacionales son eso, empresas con dueños y accionistas de
todo el mundo, que contratan personal de todo el mundo, que exportan e importan
de todos los países, de los 5 continentes. La afectación a México es una
afectación a todos los países y por supuesto a la región Norteamericana.
Hay que
plantar cara a las amenazas, ya. Y si Trump cumple sus amenazas (cosa mucho muy
impráctica) lo iba a hacer de todos modos, tratando de apaciguarlo o estando firmes,
como debe de ser, estando en pie. A como nos toque.
Derechos
Reservados 2017, Ing. Gerardo Herrero Morales
https://mx.linkedin.com/in/gerardoherrero
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