¿Necesitas ser 100% Mejor que la Competencia?
Muchas veces
cuando las cosas no van como quisiéramos pensamos que tenemos que reiventarnos
por completo, hacer una “reingeniería” de la empresa. Y aunque a veces puede
ser buena idea, en general solo necesitamos hacer pequeños cambios para que las
cosas mejoren por completo.
Piensa en una
carrera de caballos.
El caballo amarillo
ganó por ser 1% más rápido que el caballo blanco. ¿El caballo amarillo era 100%
más rápido que el caballo blanco? No, era mínimamente más rápido.
El caballo amarillo pudo haber ganado porque:
1) Su comida
era 1% más buena que la del caballo blanco
2) El
caballo amarillo estaba 1% con más energía (pudo haber descansado más)
3) El
jinete era 1% más ligero que el jinete del caballo blanco
4) El
jinete era 1% más capacitado que el jinete del caballo blanco
5) La
montura del caballo amarillo era 1% mejor (presionaba menos)
6) El
caballo amarillo había sido entrenado 1% mejor que el blanco
7) El
caballo amarillo estaba 1% mejor hidratado
8) Etc.
Aquí el problema
es que no sabemos cuál fue el factor del 1% que le dio el gane al caballo
amarillo.
Y así como cada
factor puede sumar -al menos- 1%, cualquier factor en contra pierde también al
menos, 1%. Si un ejecitovo va bien vestido a la junta con un cliente suma 1%,
ir mal vestido resta 1%, comprar materia prima de menor calidad resta –al menos-1%,
crear un buen ambiente de trabajo suma 1%, tener “energías raras”, resta 1%,
etc.
En el evento más
importante de caballos, el Derby de Kentucky, el ganador se lleva $1.9 millones
de dólares y el segundo lugar $600 mil dólares. Así que parecería que no es “tan
malo” ser el segundo lugar.
Pero eso es en
el mejor escenario. En otros muchos ámbitos, un proveedor ganador se lleva el
100% del negocio y el segundo lugar 0%, cosa que también ocurre en la política:
el candidato ganador se lleva el 100% de la presidencia y el segundo lugar el
0%. El pretendiente ganador se lleva el 100% de la prometida, el segundo lugar
el 0%. En los deportes los Rams le ganaron el SuperBowl del año 2,000 a los
Titanes, porque éstos últimos se quedaron a 1 yarda de anotar.
Es por ello que
no debemos minimizar ningún factor que nos pueda hacer ganar lo que buscamos.
Ni uno solo, por trivial que parezca. Todos los detalles suman o restan. Un 1% puede
ser la diferencia trágica.
Hay que desglosar
y desburocratizar nuestros procedimientos, analizando con lupa todas las
actividades, llámense como se llamen: ventas, producción, atención al cliente,
proveeduría, reclutamiento, etc. Todos están sujetos a la regla del 1%.
Nos guste o no,
debemos enfrentar la realidad, la competencia cada vez es más exigente y tratar
de ser mejores cada día. Sacar el ego, atender los comentarios de clientes, la
autocrítica, la evaluación periódica, el no conformismo son nuestros mejores
aliados.
Derechos Reservados 2019, Ing. Gerardo Herrero Morales
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