La Apreciación Ajena
Incrementa la Motivación Propia.
Haz un hábito de ser
agradecido, especialmente con las personas que te rodean. Mientras más aprecies
los comportamientos positivos de la gente, crearás mayor empatía. Sin apreciación,
no hay empatía, así de fácil. Vamos a necesitar empatía para vender nuestros
productos o ascender en la escala social o corporativa, de eso puedes estar
seguro.
Cada vez que aprecias a una
persona, haces que ella se sienta mejor. Incrementas su auto-estima y que se
sientan importantes en sus labores. Tú mismo te sentirás mejor. La energía
positiva fluirá entre las personas.
La apreciación debe de ser genuina
y oportuna en el momento en que ocurre algo que te gusta. No intentes dar una
apreciación falsa porque te sentirás falso, y las otras personas también lo
notarán.
Hay un sentido de reciprocidad
de la gente que has hecho sentir bien. Ellos querrán hacerte sentir bien
también a ti tanto de palabra, como en hechos.
Un ejemplo de hacer sentir
bien a alguien es estar callados y prestar total atención cuando ellos hablan y
sobre todo cuando expresan sentimientos. Una vez que ellos callen no debes de
tomar tú la palabra de inmediato. Haz una larga pausa para permitir que ellos
vuelvan a hablar si dejaron algo pendiente de decir. Si no hablan más, puedes
entonces tomar la palabra tú, pero no antes.
Aprecia la oportunidad que las
empresas en las que trabajas te permitan mostrar tus talentos. En reciprocidad,
eso incluye apreciar los talentos ajenos. No debemos ser mezquinos cuando
alguien tiene los méritos; se debe dar la apreciación debida.
Derechos Reservados 2019, Ing.
Gerardo Herrero Morales
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