El Mito de “Hacer
las Cosas Bien y a la Primera”.
En lenguaje de
negocios y productividad la frase: “Hacer Bien Las Cosas y a la Primera”, “Do It
Right The First Time” (DRIFT) se ha convertido en una especie de vaca sagrada que
nadie la cuestiona. El término DRIFT es usado comúnmente en los círculos de
calidad, y en cualquier programa de mejoramiento organizacional.
Aunque la frase
DRIFT tiene las mejores intenciones del mundo y su lado positivo de que la
gente tenga la actitud de concentrar la atención en hacer las cosas de la
manera más pulcra posible, ya que la calidad es un factor necesario en aspectos
personales y empresariales, como está planteada es mayormente un mito que
exploraremos a fondo:
1.
La
naturaleza la contradice. Observa cualquier especie de pájaros jóvenes que
empiezan a volar. Los pájaros tratan de volar y no lo hacen “bien y a la
primera”. Se caen al suelo y se golpean duramente repetidas veces hasta que
lograr dominar la técnica de volar. Observa el video:
https://www.youtube.com/watch?v=_TcOqkadlR0
2.
La
realidad la contradice. En la realidad lo que opera es la “curva de aprendizaje”.
En donde nos tardamos bastante tiempo en aprender cualquier competencia antes
de “hacerla bien”. Por ejemplo, los humanos no caminamos “bien y a la primera”,
sino que el proceso natural se gatea primero, luego se usa andadera, luego el
niño pequeño se para con titubeos, se cae, se levanta, se vuelve a caer, da
algunos pasos erráticos, pasan varios días hasta que logra aprender a caminar.
Lo
mismo pasa en todo tipo de ámbito. El joven no anda en bicicleta “bien y a la
primera”. El adulto no maneja bien un automóvil de velocidades “bien y a la
primera”. A menos de que alguien sea un genio no va a decir un párrafo en su
clase de inglés sin acento y sin falla a la primera.
Y
lo mismo pasa en cualquier ámbito de empresa. Un operario no saca la producción
ni en calidad ni en cantidad, “bien y a la primera”. Todos los operarios empezaron
con cierta torpeza, nerviosismo y titubeos antes de llegar a producir sin
errores. Pueden pasar meses o años antes de que lleguen al tope de la curva de
aprendizaje.
3.
El
querer forzar las cosas a hacerlas bien y a la primera nos puede hacer no
tolerantes con los aprendices, al plantearles expectativas irrealistas. Cada
persona tiene diferentes curvas de aprendizaje, y aunque haya quienes tengan
una curva más corta, todos tenemos dicha curva. Tendremos que estar dispuestos
a “desperdiciar” tiempo y materiales antes de que llegue el momento que la
persona ejecute sus procesos con la calidad de “cero errores” y en tiempo
récord.
La
realidad de la vida es la curva de aprendizaje es el paradigma correcto. DRIFT
no lo es.
Por
ejemplo, jamás asumas que tienes una competencia por haber tomado un curso, ya
sea de planeación de objetivos, de negociación, de finanzas, de ventas, de excel
o cualquier software. Te pudieron haber hecho dinámicas y ejercicios, en el
curso, pero no será hasta que practiques que las domines. Y cometerás muchos
errores en el proceso, invertirás mucho tiempo en dominar un instrumento
musical, surfear, o pegarle bien a una raqueta de tenis o cualquier competencia
que quieras adquirir.
Las
empresas deben dar tiempo post-cursos para que los participantes practiquen y
practiquen y practiquen lo aprendido antes de que los colaboradores dominen la
técnica que les enseñaron.
Recuerda
cómo venciste los miedos, los titubeos, las caídas cuando querías manejar una
bicicleta. Lo hiciste practicando, con valentía, determinación y sobre todo
paciencia. Los mismos ingredientes que vas a necesitar para cualquier competencia
que quieras tener. Exígete o que te exijan el DRIFT cuando estás en el pico de
tu curva de aprendizaje, (“DRIFT-en-el-pico-de-la-curva-de-aprendizaje”), ahí
estaría bien, pero no antes.
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