Niveles de
Riesgo en las Inversiones Personales
Una vez que
trabajas el siguiente paso natural es ahorrar. Y una vez que ahorras el
siguiente paso natural sería invertir. Se dice correctamente que debes de
ahorrar el primer 10% de tus ingresos. Eso se hace en cuanto recibes un pago,
ya sea de nómina o de un cliente. Se debe de hacer antes de gastar en nada. De
ahí el dicho de “págate a ti primero”, y sin importar tu nivel de ingresos.
Debemos de acostumbrarnos a vivir con el 90% de los ingresos que tengamos, por difícil
que le pueda parecer a algunas gentes.
Ahora bien,
¿en qué invertir? Te compartiré mi punto de vista en cuanto a riesgo de las
tres principales inversiones que hay. Lo que vas a leer puede contradecir lo
que has oído de muchas fuentes, y aun así te mostraré las razones de por qué
considero el nivel de riesgo que hay en cada una. “El que no arriesga, no gana”,
porque simplemente sus ahorros se los come la inflación. El que arriesga puede
perder mucho y ganar mucho.
Bienes raíces.
Riesgo medio-alto. Curioso, ¿no es así? Has escuchado muchas veces que las
casas y terrenos son seguros y “siempre suben de valor”. Pero eso es
completamente falso. La inversión inmobiliaria es riesgosa. Lo que no significa
que no deberías de dejar de invertir en ella. Simplemente fíjate que el
fraccionamiento donde quieres comprar una propiedad tenga futuro y haya más
gente que quiera comprar después de que tú lo hiciste, eso se llama “plusvalía”.
Si el fraccionamiento está muy alejado de la ciudad puede ser que “no pegue” y
no haya más gente interesada, dejándote con una casa o terreno que tardarías
mucho tiempo en vender y a precios menores del que pagaste. Si una ciudad
pierde empresas, como por ejemplo Detroit, porque se van a China, todos los
bienes inmuebles se deprecian. Una casa promedio que se compró en Detroit por
200,000 dólares ahora la compran en 8,000 dólares. Si entró el narco en
Monterrey, la gente clase media o alta se fue a vivir a San Antonio y hay
exceso de casas para pocos compradores, lo cual hace que las casas en Monterrey
puedan llegar a perder hasta la mitad de su valor original. Si mucha gente no
puede pagar sus hipotecas, como pasó en España y en Estados Unidos, habrá
exceso de casas y eso hace que pierdan grandemente su valor. Otro grave
problema es la liquidez. Los inmuebles no son líquidos, pueden tardar meses o años,
o simplemente nunca se vendan, lo que hace que si te urge vender tengas que dar
precios menores de lo que los compraste. Así mismo, los inmuebles tienen trámites
administrativos, legales, fiscales que no la hacen ser la inversión más
sencilla de administrar. Los terrenos y casas pueden ser muy buenas
inversiones, siempre y cuando los hayamos comprado baratos y en una zona de crecimiento
económico. De otra manera podrían ser una pesadilla.
Acciones de
la bolsa de valores. Riesgo medio. Las acciones pueden perder su valor en los
llamados “cracks bursátiles” a los que la gente tiene miedo exagerado. Sin embargo,
las acciones son sumamente líquidas, lo que significa que si sientes que alguna
acción no va muy bien la puedes vender rápido, por lo general en menos de una
semana, dependiendo de la acción. Otra cosa importante, es que las acciones
tienen la menor carga administrativa, legal y fiscal de todas las inversiones.
Y los rendimientos de las acciones por lo general superan a las de las
inversiones inmobiliarias por mucho. Aquí lo más importante es comprarlas con
ayuda de asesores financieros cuando tengan buen precio y cambiarlas por otras
cuando las que tenías pierdan digamos 15% de su valor pico más alto (el tope lo
fijas tú, puede ser 10%, 20%, etc). Puedes empezar desde 10,000 pesos, para que
conozcas el mercado. Otra ventaja enorme de las acciones es que sabes su
cotización diaria, algo que no sabes en las inversiones inmobiliarias, a menos
de que gastes en peritos valuadores.
Negocios
propios. Riesgo máximo. A nivel mundial, sólo el 3% de los negocios que nacen
el día de hoy, sobreviran 10 años. ¿Por qué? Porque si la competencia no mata
el negocio, la mala administración interna lo mata o el gobierno lo mata con
impuestos y regulaciones burocráticas. De todos, el mayor factor de muerte de
las empresas es la mala administración interna. No hay ejecutivos capaces en
mercadotecnia, desarrollo de productos, contratación de personal adecuado, los
dueños se gastan el dinero y no dejan crecer a la empresa, malas políticas de
crédito y cobranza, en fin, la lista es larga. Y además, el ser empresario
conlleva riesgos de secuestros, robos, asaltos. Ahora bien, de las tres
inversiones es la que tiene riesgos más altos, pero si lo haces bien, los
rendimientos más altos de las tres. Puedes poner sucursales propias, o
franquicias, exportar, desarrollar
nuevos canales de distribución, etc. Sólo asegúrate de tener abrochado el
cinturón de seguridad, ya que las cargas administrativas, legales y fiscales
son las máximas. Necesitarás estar actualizado en todas tus competencias
humanas, ingenieriles, financieras, mercadológicas, tecnológicas, etc.
Necesitarás tener voluntad de hierro, pasión, disciplina, trabajar 10, 12 o más
horas diarias, fines de semana, etc. Necesitarás una pareja que te apoye,
familiares que te apoyen. Te sugiero que empieces un negocio en tu tiempo
parcial, cuando aún tienes un empleo. Si este tipo de reto es demasiado para ti,
te sugiero acciones.
En todo caso,
no inviertas sin haber estudiado muy bien cualquiera de los tres mercados
anteriormente descritos. Haber escuchado opiniones fundamentadas. Toma tu
decisión sin acelerarte, y con la cabeza fría. Prueba primero con inversiones
modestas, que si algo no sale bien no quiebre. La máxima “el que no arriesga no
gana” es verdad. Hay que mover el dinero para que no se deprecie.
Derechos
Reservados 2017, Ing. Gerardo Herrero Morales
https://mx.linkedin.com/in/gerardoherrero
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