miércoles, 24 de mayo de 2017

Haciendo las Paces con tu Pasado.



Haciendo las Paces con tu Pasado.

¿Eres justo contigo?

Si te fijas, todos absolutamente todos, tomamos nuestras decisiones  basados en el nivel de conciencia que teníamos en el día y momento en que las tomamos.

No sólo basta perdonar a nuestros padres por lo que consideramos sus faltas. Si te fijas ellos también pensaron, actuaron y decidieron en base a sus niveles de conciencia que tenían en el momento que las tomaron. Ellos buscaban simplemente lo que creían que era lo mejor para ti, incluso en un abandono. Estaban influenciados por su entorno, quizá no tenían la mejor educación escolar, o carecían de modelos de comportamiento en el cual fijarse para haberlo hecho mejor. No tuvieron los mejores profesores escolares, quizá ellos mismos provenían de familias disfuncionales de generaciones atrás, gente que peleó en la revolución,  guerras en otros países, crisis económicas. El punto es no podemos juzgarlos porque no sentimos ni remotamente lo que experimentaron en carne propia.

Mi pregunta hacia ti es: ¿tomarías ahora mismo exactamente las mismas decisiones que tomaste en su momento? Lo más probable es que les hubieras hecho cambios o que hubieran sido radicalmente diferentes. Ahora sabes por qué funcionan ciertas cosas y por qué no. Ahora tienes la experiencia, información, los recursos que no tenías. Y por ende, un nivel de conciencia mayor que el actual. Así que puedes perdonarte a ti mismo.

Sé justo contigo; revisa si la vida, a base de golpes,  te ha hecho ser mejor persona, profesionista, padre. Puedes hacer un ejercicio: en una hoja de papel escribe una raya en el medio. De un lado pon “Lo que hice bien” escribe todas las cosas que se te vengan a la mente. Vacía tu mente. Puedes poner ámbitos escolares, familiares, paternales, empresariales, sociales, etc. Escribe también por qué consideras que es algo que hiciste bien. En el otro lado de la hoja de papel escribe “Lo que me equivoqué”. En todos esos mismos ámbitos. Y describe por qué consideras que te equivocaste. Lo más probable es que los aciertos superan a los errores. Y si tienes la disposición de preguntarle a tus mejores amigos que te digan con franqueza las cosas, verás que ellos también ven que tienes más cosas positivas que poner en la columna izquierda.

Si crees en dios, como creo yo - aunque no sea una religión organizada- vacía tu corazón y pide apoyo, puesto que todos somos hijos del universo. Si eres ateo esa palabra te viene mejor que la palabra dios. Puedes hacerlo en voz alta en un lugar privado, o pedirlo con la mente. Pídelo tantas veces como sea necesario hasta sentir mayor paz. El hecho es que en el universo existe la compasión, tu sabes que existe, la haz visto, sentido en muchas ocasiones en tu vida.  El universo te lo puede dar puesto que es infinito. No te quedes con la angustia guardada en tu pecho. Hay que sacarla; declarar que tenemos ahora un estado de madurez más alto y que no podemos mantener la angustia como si fuera un gas tóxico. Tenemos que liberarnos de ese sentimiento.

Toma acción positiva. Enfócate. Redobla esfuerzos sin queja. Hacer los cambios en tu vida, significa que ya pagaste el error que hayas cometido. Es la mejor manera de demostrar que el dolor de haber sentido las fallas, sirvió para un propósito superior: hacerte mejor persona hacia ti mismo y hacia los demás.

Derechos Reservados 2017, Ing. Gerardo Herrero Morales






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