Cuando hablamos de Negociación
nuestra mente se nos va a Precio, Volumen, Garantías, Descuentos, Calidades, es
decir, NEGOCIACIONES COMERCIALES. Sin
embargo, las negociaciones personales son más comunes y hasta más importantes… EL era ingeniero de calidad, ELLA era
ejecutiva de atención al cliente. Se conocieron en la empresa, se enamoraron y
al pronto se casaron.
Una vez casados ELLA dejó de
trabajar, lo cual tomó por sorpresa a EL, y tensó fuertemente al matrimonio por
los gastos.
Sin embargo, EL creció laboralmente
y pronto ascendió a niveles de Subdirector de Manufactura en varias empresas
grandes, por lo cual los nubarrones económicos se disiparon.
Pero cuando EL llegaba a casa veía
que estaba algo desarreglada para sus estándares. Si miraras el portafolio que
EL llevaba todo estaba perfectamente ordenado, hasta los clips. EL es
tremendamente organizado y no podía pensar que su propia casa no estuviera arreglada
a la perfección. ELLA es más relajada de carácter, es muy amorosa, viste algo
“hippie” y le gusta la espontaneidad.
El caso es que se divorciaron con 2
hijos. En los demás aspectos la relación
funcionaba bien, pero en los valores de cómo manejarse en la vida de pareja
algo no fue negociado.
Una solución es que se haga una
lista de valores y se negocié “al alza”. Por ejemplo, ELLA tendría que estar a
la altura de EL en orden, y EL tendría que ser más amoroso, es decir, estar a
la altura de ELLA.
Habría que evitar lo que muchas
veces pasa: que en vez de subir el nivel en el valor mayor de la pareja,
escogemos de manera inconsciente negociar “a la baja” y en este caso EL se
convierte en desorganizado y ELLA en más indiferente.
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